Guía de aditivos hidrónicos para ahorrar energía 

10 de mayo 2023
Will Wilson Director de Sostenibilidad

Los aditivos de ahorro energético para sistemas hidrónicos son la forma más sencilla de reducir instantáneamente el consumo de energía y las emisiones de los edificios hasta en un 15%. La mayoría de los edificios comerciales y residenciales utilizan un sistema de tuberías de agua para suministrar calor dentro del edificio (Ver imagen principal). El agua calentada o enfriada se bombea a través de una red de tuberías para suministrar o extraer energía térmica del edificio. Después de suministrar su energía, el agua vuelve a calentarse o enfriarse y el ciclo continúa hasta que se alcanza la temperatura programada. Los aditivos hidrónicos de ahorro energético mejoran la capacidad del agua para transferir calor, lo que reduce el consumo de energía y las emisiones con una rápida y sencilla amortización. 

Cómo funciona 

 Los aditivos hidrónicos de bajo consumo reducen la tensión superficial del agua en un 60%, lo que mejora la capacidad del agua para recibir y suministrar calor. Piense en las tuberías de agua de un sistema de caldera como en una red de carreteras utilizadas para suministrar calor. El aditivo es como añadir carriles adicionales a la autopista del calor, lo que permite al agua mover más calor en cada ciclo (Figura 1). El proceso funciona igual tanto para aplicaciones de calefacción como de refrigeración. Una vez instalado, el sistema alcanzará más rápidamente los puntos de consigna de temperatura, lo que reduce los tiempos de funcionamiento de los equipos, disminuyendo el consumo de energía y las emisiones asociadas. 

Figura 1

Resultados 

Pruebas independientes realizadas por universidades, consultores de investigación en ingeniería y cientos de estudios de casos privados han verificado que los aditivos hidrónicos pueden reducir el consumo de energía de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado hasta en un 15%. Las emisiones de carbono derivadas de la producción del aditivo suelen compensarse con el ahorro de energía en los primeros días tras la instalación. La tecnología está disponible en el mercado desde hace más de diez años, con cientos de miles de instalaciones realizadas con éxito hasta la fecha. Pace Solutions pone a su disposición estudios de casos en Norteamérica. 

Retorno simple 

El ahorro energético del aditivo proporciona una amortización sencilla en menos de dos años para la mayoría de los edificios. Algunos proveedores de servicios públicos ofrecen descuentos que reducen aún más el periodo de amortización. El coste del tratamiento depende del tamaño del sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado y suele oscilar entre 1.000 y 50.000 dólares. Por ejemplo, un edificio de oficinas de veinte plantas con un sistema de caldera de 12.000 litros que gasta 175.000 dólares al año en gas natural necesitaría un tratamiento aditivo de 25.000 dólares. El edificio ahorraría aproximadamente 2.100 GJ de gas natural, lo que reduciría las facturas de servicios públicos en 21.000 dólares al año. Esto también reduciría las emisiones del edificio en aproximadamente 158,08 toneladas de emisiones de CO2e, equivalentes a las emisiones anuales de 33,6 vehículos de pasajeros. El ahorro neto durante los cinco primeros años sería de unos 80.000 dólares, suponiendo que el coste de la energía no aumentara. 

Longevidad

Los aditivos termoestables son un tratamiento que se aplica una sola vez, y los estudios de mayor duración muestran un ahorro energético continuado durante más de doce años. Los sistemas de calderas y enfriadoras suelen perder menos del 5% del agua total al año debido al mantenimiento y las inspecciones periódicas, por lo que puede ser necesario añadir entre un 5 y un 15% adicional cada 3-5 años para mantener la máxima eficiencia energética. Existen sistemas automatizados para controlar el sistema e inyectar aditivos adicionales en caso de pérdida de agua (Figura 2).

Figura 2

Compatibilidad

Los aditivos que existen actualmente en el mercado pueden utilizarse para ahorrar energía en casi cualquier sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado de circuito cerrado. Son menos corrosivos que el agua y no son peligrosos para el medio ambiente, por lo que se pueden verter sin problemas en el alcantarillado sanitario. Son compatibles con los inhibidores de corrosión estándar y el glicol y no anulan las garantías de los equipos. Se recomienda verificar estos detalles de compatibilidad con el fabricante del aditivo antes de la instalación.

Instalación

Los aditivos pueden instalarse mediante un alimentador en línea o a través de una bomba de inyección, de forma similar a la adición de glicol, inhibidores u otros productos de tratamiento del agua (Figura 3). La instalación dura aproximadamente una hora y no requiere tiempo de inactividad ni cambios en el punto de ajuste del edificio. Se recomienda encargar la instalación al fabricante del aditivo o a un proveedor de tratamiento de agua cualificado. Los fontaneros comerciales con experiencia en la adición de inhibidores y glicol también pueden realizar la instalación si es necesario. 

Figura 3

Medición y verificación 

La verificación del ahorro energético de los aditivos hidrónicos se consigue mediante la normalización meteorológica del consumo energético anual histórico de referencia del sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado utilizando los valores de días-grado de calefacción o refrigeración (HDD/ CDD) de una estación meteorológica local. Una vez establecida la tendencia histórica de referencia, se inyecta el aditivo en el sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado y, a continuación, se normaliza el consumo de energía después de la instalación y se compara con la línea de tendencia de los datos de referencia. La diferencia entre el consumo previsto de la línea de tendencia de la línea de referencia y la nueva línea de tendencia del consumo posterior a la instalación determina la reducción anual del consumo de calefacción, ventilación y aire acondicionado. 

En la figura 5, los puntos grises representan el consumo mensual de gas natural de la caldera antes de añadir el aditivo hidrónico. Los puntos naranjas representan el consumo mensual de gas después de instalar el aditivo. Se recomienda utilizar edificios que tengan una buena correlación entre el consumo de energía y la temperatura exterior para lograr un M&V concluyente. Las operaciones del edificio también deben minimizar cualquier cambio que pudiera afectar al consumo de energía inmediatamente antes o durante el periodo de M&V.